Nacido en 1905 Jean Paul Sartre fue un filósofo, novelista, dramaturgo y ensayista, que fue padre del existencialismo, la corriente que dejó una huella profunda en el pensamiento moderno occidental, siendo un eterno convencido de que las personas vienen al mundo para ser verdaderamente libres.
Sartre, Un amor que exhala filosofía
Jean Paul Sartre nació un 25 de junio, y quedó huérfano de padre a los dos años, era nieto de Albert Schweitzer, un intelectual alemán que ganó el premio nobel de la paz en 1952, lo que hizo que toda su vida estuviese influenciada por la intelectualidad orientada hacia el beneficio humano.
Durante su educación superior Sartre conoció a Simone de Beauvoir, una de las intelectuales más importantes del siglo y quien sería su compañera durante toda la vida. El ejercicio de la docencia fue una de sus mayores raíces, y a partir de ella, comenzó a desarrollar el concepto de la libertad.
Su esposa siempre le acompañó, y siendo filosofa también le permitió considerar que la conciencia no es una cosa que se encuentra alojada tranquilamente dentro de uno, sino que se arroja al mundo, y que incluso está en peligro de acuerdo a lo que la rodea.
Es por ello que, la conciencia no tiene condicionamiento, pero el individuo sí, es por ello que el individuo es libre de la determinación, siempre que su tipo de conciencia se lo permita. Es necesario para ello entender que la libertad siempre irá de la mano del compromiso, que es el que establece el sentido de la libertad.
Es decir, serás tan libre como tu nivel de compromiso te lo permita. Entre mayor sea tu capacidad de compromiso, menor será tu libertad, y solo será a través de la conciencia que te sentirás feliz con dicha situación.
El amor, por ejemplo, te exige un compromiso, y cierta restricción de la libertad. pero, tu conciencia te permite vivir enamorado porque sabes que el beneficio que recibes de tu pareja es definitivamente mayor.
Sartre como celebridad
Para entender este concepto de Sartre debes tener en cuenta que libertad, no es lo mismo que libertinaje, ya que este implica la falta de respeto a las reglas, a la conciencia, lo que es definitivamente un punto central del compromiso.
Algo que siempre le reclamaron sus compañeros filósofos a Sartre es que él además de filósofo era una especie de celebridad en su tiempo, por lo que hablar acerca de la libertad de conciencia, de las acciones que produce el mundo, teniendo a su favor casi todo, además de la plena atención de los medios de comunicación, estaba realmente a discusión, al menos para quienes querían contradecirle.
Ser libres y al mismo tiempo tener una conciencia condicionada es el gran dilema del existencialismo, distinguiendo conceptos fundamentales, como “el ser en sí”, y “el ser para sí” Sartre concluye que el hombre vive alienado en la sociedad actual, sin embargo, antes de alienarse fue libre, así que, si existió la libertad, y por ello, lo que se debe hacer es volverla a conquistar.
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